La provincia de Almería está situada en el sureste de la Península Ibérica, a orillas del mar Mediterráneo. En sus 8.774 kilómetros cuadrados de superficie presenta grandes contrastes geográficos. El paso del tiempo también ha provocado disparidad en el paisaje. Así, en Almería podemos disfrutar de modernos y concurridos centros turísticos y de espacios naturales donde la humanidad apenas ha dejado su huella.
El clima es mediterráneo, cálido y seco, y provoca escasas precipitaciones y un elevado número de horas de sol anuales -más de 3.000-. Sus temperaturas se mantienen suaves a lo largo del año, no descendiendo de 13ºC de media en invierno ni superando los 25º C de media en verano. La benignidad climática permite al visitante disfrutar de todas las posibilidades que ofrece la provincia en cualquier época del año. Quizá por esta belleza paisajística o por su situación geográfica, muchos pueblos la han visitado a través de la historia. Los importantes restos arqueológicos descubiertos en la provincia han permitido a los investigadores conocer y analizar la existencia de antiguas culturas.
En la Costa almeriense se puede disfrutar del variado folklore y de las numerosas fiestas, heredados de los antepasados, así como de los esmerados trabajos en artesanía popular (alfarería, cerámica, esparto, jarapas y mármol). Herencia del pasado son también sus especialidades gastronómicas, como el pimentón, los gurullos, las gachas o las sopas de mariscos.